Estas adorables ardillas se llenan la cara con tantas nueces como pueden antes de volver corriendo a su madriguera. Los amigables roedores acuden en tropel a un jardín donde saben que Ally Calmusky les ofrecerá maní, semillas y otras nueces.
Luego se llenan las mejillas con todo lo que pueden soportar y se apresuran a guardar la comida para más tarde. La Sra. Calmusky, de 35 años, tomó estas fotos en el patio trasero de la casa de su madre en Aurora, Ontario, Canadá.

Estas adorables ardillas se llenan la cara con tantas nueces como pueden antes de volver corriendo a su madriguera.