El primer ministro de Irak, Mustafá al-Kadhimi ha informado de que dejará su cargo si persiste la complicada situación política en el país. Las declaraciones llegan tras dos días de conflicto entre los seguidores del influyente clérigo chíta Muqtada Al-Sadr y las fuerzas de seguridad nacionales en la Zona Verde de Bagdad. Sadr anunció su dimisión el lunes día 29 en respuesta a lo que considera un fracaso del resto de líderes chítas para reformar el sistema de gobierno que califica de corrupto. Sus seguidores llevan semanas protestando en las inmediaciones del Parlamento.
El sábado 27 de agosto Sadr ordenó detener las manifestaciones en el centro de Bagdad, lo que ha ayudado a aliviar unos enfrentamientos que han supuesto la mayor escalada de violencia que ha vivido la capital iraquí en los últimos años. El presidente Barham Salih acogió con agrado el cese de la violencia, pero advirtió que la crisis política no ha terminado y llamó a la celebración de elecciones anticipadas.

El primer ministro iraquí plantea su marcha por la situación política.