Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea decidieron no vetar la concesión de visados a los rusos que deseen viajar a países del bloque.
En vez de ello, los cancilleres acordaron suspender la implementación de un acuerdo de 2007 que facilitaba los visados a los rusos. De este modo, el proceso de obtención de un visado Schengen será más caro y largo para los rusos que quieran viajar a la Unión Europea.
Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, países fronterizos con Rusia, advirtieron, además, que podrían tomar medidas unilaterales para limitar el acceso de visitantes rusos. Pese a ello, se desconocen, por el momento, en qué podrían consistir dichas medidas. Rusia aseguró que la decisión de la Unión Europea tendrá consecuencias.

La UE no veta los visados a los ciudadanos rusos, pero complica su obtención.