Fuente: AFP
En Bolivia, parte de la sociedad todavía desprecia a las mujeres indígenas conocidas como "cholas", pese a que los indígenas son cerca de la mitad de la población. Sobre todo a la mujer, que manifiesta su origen en sus ropas.
Cuando la diseñadora de moda indígena Glenda Yáñez va al colegio de sus hijos, donde estudia la élite boliviana en La Paz, no lleva pollera, una falda tradicional indígena, que es señal de identidad pero también de discriminación en Bolivia.

Diseñadora de moda indígena, Glenda Yáñez.
La pollera es un símbolo que asume la diferencia pese a la discriminación que genera. Y es la mujer la que está en ese papel porque el hombre no tiene este traje típico de cholo.
Desde finales del siglo XIX, la chola, protagonista de algunas de las obras más populares de la literatura boliviana, que siempre ha trabajado fuera de casa y es el pilar de la familia, es una clase aparte.
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