El expresidente de Brasil y favorito en todos los sondeos para ganar la segunda vuelta electoral el próximo 30 de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó el 13 de octubre que acabar con el hambre en el país, que afecta a más de 30 millones de personas, será su mayor prioridad si gana los comicios.

"La prioridad máxima llega a ser prioridad cero de tan urgente que es combatir el hambre. No hay explicación científica, económico, para que el tercer mayor productor de alimentos del mundo, del primer mayor productor de proteína animal del mundo, no tenga comida suficiente" para su población, dijo Lula en un acto electoral en Aracaju, capital del estado de Sergipe (noreste del país).

Lula, candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), aseguró que si gana se pondrá inmediatamente manos a la obra para hacer "un conjunto de políticas" que generen empleo y riqueza.

"Tenemos que colocar en práctica un conjunto de políticas. Una de ellas es generar empleo inmediatamente. Renegociar las deudas de 80 millones de personas en este país. Tenemos prácticamente el 80 ％ de las personas endeudadas, con una deuda de como máximo 4.000 reales (800 dólares), y que la gente no puede pagar", comentó.

Lula también prometió que aumentará el salario mínimo por encima de la inflación cada año y dijo que no tiene sentido que el PIB del país crezca y el aumento no se sienta en los bolsillos de la población. "Hace 4 años que el salario mínimo no se reajusta", criticó.

El candidato de la izquierda brasileña prometió recuperar la industria naval y la petrolera en el país como principales generadoras de empleo y que quiere "crear políticas de incentivo al pequeño y mediano emprendedor" por medio de "créditos" en condiciones favorables.

"El Gobierno tiene que ser el inductor" de "facilitar la vida de las personas para que tengan acceso a todo, incluido crédito", comentó.

Lula es el favorito en todas las encuestas para ganar las elecciones brasileñas en segunda vuelta, el próximo 30 de octubre. En primera vuelta, logró el 48,4 ％ de los votos, superando a su gran rival, el actual presidente Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 43,2 %.

De cara a la segunda vuelta, los sondeos le dan cerca del 51 ％ de los sufragios a Lula, ante un Bolsonaro que lograría el 42 ％.