El Gobierno brasileño prometió el 19 de octubre una jornada electoral "tranquila" el próximo 30 de octubre, cuando en un ambiente muy polarizado, Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva se disputarán la Presidencia del país.

En una entrevista, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres, afirmó que no habrá problemas para que ningún ciudadano vaya a votar y que se perseguirán todos los delitos de coacción e intimidación durante las votaciones.

"Todas las policías tendrán acceso a las urnas, acceso a los locales de votación. Vimos en la primera vuelta los problemas que hubo, estamos trabajando para que estos problemas no se repitan en el segundo turno", comentó el ministro.

Torres recomendó que toda la población brasileña ejerza libremente el derecho de voto, ya que tanto la Policía Federal y la Policía de Carreteras Federal combatirán los crímenes electorales.

"Incentivar el voto en los colegios, compra de votos, transporte ilegal de electores...todo esto será controlado por la Policía Federal y por la Policía de Carreteras Federal para evitar cualquier tipo de fraude o violación del derecho de la persona a ejercer su derecho de voto", explicó.

El ministro agregó que las elecciones contarán con una acción integrada de las policías civil y militar en todo el país, algo que ya se probó que mejora los resultados de lucha contra el crimen.

"Esto trae una red de información, estimula el intercambio de informaciones, el intercambio de experiencias, ayuda en las investigaciones de combate a la corrupción. Trajimos a todos los involucrados por las investigaciones dentro del problema", aseguró.

La segunda vuelta electoral en Brasil está prevista para el domingo 30 de octubre, donde el actual presidente, Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, se disputarán la Presidencia. Además, 12 de los 27 estados brasileños votarán en segunda vuelta a su gobernador.