Al menos una persona perdió la vida y 18 resultaron heridas en dos explosiones en Jerusalén. Según la policía israelí, los explosivos fueron detonados a distancia mediante teléfonos móviles.

La primera explosión tuvo lugar en una parada de autobuses de Jerusalén en hora punta, las 7 de la mañana, hora local. La segunda explosión se produjo media hora más tarde, en otra parada situada a unos pocos kilómetros de distancia. 

Según las primeras investigaciones, ambas explosiones fueron provocadas por aparatos explosivos casi idénticos situados dentro de bolsas abandonadas en la escena. Ambos paquetes fueron activados de forma remota. La policía también detalló que los explosivos contenían clavos para multiplicar el número de víctimas y los daños causados. Un inspector de policía afirmó que el estilo utilizado por los autores de ambas explosiones no se veía en años. 

Hasta el momento, nadie ha reclamado la autoría de las explosiones. Un portavoz de Hamás alabó los ataques y los describió como resistencia palestina a la ocupación de Israel. Asimismo, alertó que vendrán días duros e intensos.