El G7 y Australia acordaron fijar el techo para el precio del petróleo ruso transportado a terceros países en 60 dólares por barril. La medida entrará en efecto el 5 de diciembre. El mismo día comenzará el embargo de la Unión Europea a las importaciones del petróleo crudo ruso, lo que actualmente representa dos tercios de las importaciones totales. 

El nuevo acuerdo estipula la prohibición para las navieras europeas del transporte del crudo ruso adquirido a un precio superior al techo a terceros países. El convenio fue alcanzado después de la adhesión de Polonia. 

La medida apunta a reducir la fuente principal de ingresos de Rusia para limitar su capacidad de financiar el conflicto en Ucrania, pero intenta evitar un aumento drástico del precio internacional del petróleo. La Casa Blanca celebró el acuerdo como "buenas noticias", pero las autoridades rusas declararon que la Unión Europea está comprometiendo su propia seguridad energética.