Las ciudades sauditas de Meca y Medina son lugares sagrados de los musulmanes de todo el mundo. Todos los años, durante el periodo de peregrinación musulmana, millones de peregrinos concurren a Meca y Medina. Sin embargo, la cuestión del transporte durante el periodo de peregrinación ha sido un problema espinoso que ha preocupado largamente a los diversos sectores sauditas.

La línea ferroviaria de alta velocidad de 450 kilómetros construida por la Filial 18 de la Compañía de Construcción Ferroviaria de China ha logrado conectar Meca y Medina atravesando el desierto que separa ambas ciudades.

En 2018, con la apertura del tren de alta velocidad Meca-Medina, el tiempo de viaje entre ambas ciudades se redujo de 4 horas a 2. La cantidad de pasajeros que transporta anualmente esta línea ferroviaria supera los 15 millones de personas, lo cual ha aliviado sustancialmente la presión que soporta el transporte local, además de hacer más cómodo el viaje por dicho trayecto.

Actualmente, esta línea ferroviaria de alta velocidad ya lleva más de 3 años en funcionamiento con un balance que ha superado ampliamente las expectativas. La tasa de puntualidad del tren alcanza más del 93 % y la de ocupación de asientos, más del 82 %. El tren de alta velocidad Meca-Medina ha creado un flamante espacio de "vuelo terrestre" para Arabia Saudí, transformado la fisonomía urbana de este país y fomentado el desarrollo económico de las zonas ubicadas a lo largo de esta línea ferroviaria, lo cual pone de manifiesto el valor social de largo plazo que entraña dicho proyecto.