Cada año, el célebre bailarín Shen Wei pasa mucho tiempo aislado del mundo; el artista francés Vincent Cazeneuve se arraiga en Chongqing para pulir una obra creada con auténtica laca natural; el embajador de México en China, Jesús Seade, se lanzó a la diplomacia con su curiosidad infantil por el mundo. Una vida que nunca olvida sus comienzos puede parecer a los demás obstinada, pobre e incluso solitaria. Pero solo ellos mismos saben que es la más realista, la más feliz y la más gratificante.