Una multitud de personas se congregó el 16 de enero ante el depósito de cadáveres nepalí donde se encuentran los cuerpos de las víctimas del accidente aéreo en el que murieron al menos 70 personas.

Mientras los funcionarios trabajaban en el interior del depósito de cadáveres nepalí, la policía, equipada con material antidisturbios, custodiaba las instalaciones, en la ciudad turística de Pokhara, donde el 15 de enero se estrelló un avión ATR 72 de Yeti Airlines con 72 personas a bordo. Medios de comunicación locales informaron de que la autopsia de 24 de las víctimas se realizará en la misma Pokhara. El resto serán trasladados en avión a la capital nepalí, Katmandú.

En el lugar del accidente, los equipos de búsqueda y rescate encontraron la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos de vuelo, que podrían ayudar a los investigadores a determinar las causas del accidente. Más de 24 horas después del siniestro y a pesar del tiempo nublado y la escasa visibilidad, los equipos de rescate recuperaron otros dos cadáveres mientras rastreaban el desfiladero de un río. La búsqueda de los dos desaparecidos restantes se suspendió al oscurecer y se reanudará el 17 de enero, según informó un funcionario del centro de coordinación de rescates del aeropuerto de Katmandú.