El número de víctimas por los devastadores terremotos que golpearon el sur de Turquía y el norte de Siria aumentó a 33.000. Mientras, los equipos de rescate siguen sacando a supervivientes de entre los escombros, una semana después del desastre. Según las autoridades turcas, más de 30.000 personas han perdido la vida a causa de los seísmos, los peores en 80 años en el país. En Siria, ya son más de 3.500 los fallecidos.

Un equipo de rescate chino, junto con bomberos turcos, salvó a un hombre de 54 años, que sobrevivió 156 horas bajo los escombros en Antakya. Entre tanto, las autoridades turcas trabajan para mantener el orden en las zonas afectadas y han iniciado acciones legales contra los responsables de la construcción de algunos de los edificios que colapsaron tras los seísmos. Mientras, aldeas del suroeste de Turquía luchan para recuperarse, en medio de carreteras dañadas y temperaturas gélidas.