La histórica ciudad de Luoyang, en la provincia china de Henan, se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de China. CGTN viajó a este ciudad para saber más sobre la creciente popularidad de la ciudad y la provincia.
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Si caminamos tres pasos, veremos a una princesa. Si caminamos cinco pasos, encontraremos a una reina. Eso es exactamente lo que se ve en las históricas calles de Luoyang, en la provincia central china de Henan, donde los visitantes alquilan hanfu, la vestimenta tradicional de los Han, para sumergirse de lleno en una antigua capital con miles de años de historia. Durante los cinco días de fiesta del Primero de Mayo de este año, Luoyang recibió más de seis millones de turistas y generó más de 5.200 millones de yuanes, o más de 730 millones de dólares estadounidenses.
Luoyang fue capital de trece dinastías a lo largo de la historia de China. Con un gran número de artefactos culturales, ahora es famosa por su historia y patrimonio. En los últimos años, las autoridades de la ciudad han impulsado su rica cultura. Han construido varias calles de diseño único y han introducido nuevas tiendas y actividades que promueven el patrimonio local. El objetivo es atraer a los turistas para que disfruten de los encantos de la historia china antigua.

Luoyang fue capital de trece dinastías a lo largo de la historia de China.
A principios de año, el gobierno provincial de Henan puso en marcha 14 medidas de apoyo a la industria del diseño. Las autoridades dicen que se puede conceder un máximo de cinco millones de yuanes, o más de 700.000 dólares estadounidenses en subvenciones, a las empresas con potencial. La provincia está introduciendo instituciones de diseño y talleres de renombre, además de ofrecer subvenciones, rebajas y reducciones fiscales. También se están haciendo más esfuerzos para formar talentos de las universidades e instituciones de enseñanza superior locales.
Mediante la integración de las industrias cultural y turística, las autoridades locales, las empresas y los ciudadanos comunes, pueden sacar provecho de miles de años de historia. Pero para ello se necesitan diseñadores hábiles y creativos capaces de fabricar productos con rasgos distintivos chinos, que atraigan a los mercados nacionales e incluso extranjeros.