El presidente de la Asociación Gremial de Empresarios Chinos en Chile, Wang Hexing, informó que durante dos semanas estuvieron reuniendo los artículos para las víctimas de la tragedia, además calificó como un honor poder ayudar en estos momentos difíciles a casi 600 familias.

"La ayuda solidaria es una responsabilidad social y también una tradición cultural de la República Popular China, las últimas inundaciones en el sur de Chile causaron enormes pérdidas a los residentes locales, particularmente a los pueblos de la municipalidad de Licantén, donde se encuentran más de 610 familias fuertemente afectadas".
El embajador de la República Popular China, Niu Qingbao, explicó que esta muestra de solidaridad es un ejemplo del concepto de futuro compartido para la humanidad promovido desde el gobierno chino.
"Me da mucha alegría que la comunidad china en Chile está ofreciendo ayuda dentro de su alcance a los afectados de Licantén proporcionándole los materiales e insumos de primera necesidad para la vida, creo que ese gesto demuestra la tradición china de que cuando una zona está en desastre, otras regiones van a echar la mano, siempre hemos tenido esa tradición y es un ejemplo para el concepto de futuro compartido para la humanidad que está promoviendo China".
Marcelo Fernández, alcalde de Licantén, recibió la importante donación y agradeció profundamente el gesto de la comunidad china en Chile.
"Lo que ustedes están haciendo es llevar una sonrisa a aquellos que en este momento no la están pasando bien, es llevar motivos para salir adelante a aquellos que ven nublado su futuro, este gesto que ustedes están haciendo ayuda enormemente a nuestras familias, niños y adultos mayores, porque además de la ayuda, ustedes nos están entregando un mensaje de solidaridad".
Cifras oficiales estiman que más de 21 mil personas quedaron damnificadas por el sistema frontal que azotó la zona centro y sur de Chile a finales de mes de junio de este año.
La comuna de Licantén fue uno de los sectores más golpeados por las fuertes precipitaciones, donde cientos de familias perdieron sus hogares, pequeños agricultores vieron afectadas sus plantaciones y tanto escuelas como hospitales quedaron inutilizados por el ingreso de agua y barro.

Cifras oficiales estiman que más de 21 mil personas quedaron damnificadas por el sistema frontal que azotó la zona centro y sur de Chile a finales de mes de junio de este año.