Capturar la belleza invernal del Museo del Palacio Imperial, también conocido como Ciudad Prohibida, o seguir el camino de las estrellas en su cielo durante el verano se ha convertido en el sueño de muchos fotógrafos en China. Sin embargo, para obtener una imagen perfecta de la órbita estelar, se necesita una calidad del aire excepcional y una alta visibilidad.

Los datos muestran que desde 2013 hasta 2021, la densidad de material particulado PM2,5 en Beijing descendió de 89,5 a 33 microgramos por metro cúbico, lo que representa una disminución del 63.1 %. Según un informe de Bloomberg, China redujo en siete años tanta contaminación atmosférica como Estados Unidos en tres décadas.