En el mapa de los gustos culinarios de China, no existen divisiones provinciales, regionales ni de ningún tipo cuando se trata de la afición de los chinos por el shaobing. Este peculiar pan plano a capas puede salir del horno con mil rostros diferentes según el método de cocción y los ingredientes que se empleen. Son millones los que confesarían su devoción por un sabroso shaobing, pero al preguntárseles cuál es la variante más deliciosa, la respuesta probablemente diferiría en la receta, aunque tendría como denominador común "aquel con sabor a casa". El shaobing es uno de esos alimentos que en China está intrínsecamente vinculado a la cotidianidad. Cuando su textura crujiente invade la boca, para muchos, comienza a rodar el largometraje de sus recuerdos hogareños más felices.