Las históricas relaciones entre China y Chile han traído incontables beneficios a los pueblos de ambos países. Uno de los más relevantes gira en torno al transporte público, la electromovilidad y la facilidad de adquirir autos de calidad a precios accesibles. 

La electromovilidad es la respuesta al desafío de reducir la contaminación en nuestras ciudades. Gracias a la tecnología y la experiencia china, la capital chilena equipó su flota de transporte público con buses eléctricos que no solo son más limpios, sino también más eficientes para los usuarios.

Este año, Chile también marcó un hito en materia de transportes, incorporando seis trenes de origen chino, considerados los más rápidos de América Latina, lo que beneficiará en costos y tiempos de traslados a millones de usuarios de la ruta Santiago – Chillán. 

La contribución de China es relevante para la incorporación de nuevas tecnologías, más amigables con el medio ambiente y el intercambio de conocimientos entre ambos países. 

Otro de los rubros en los que la producción China marca tendencia es la fabricación de vehículos, alcanzando ventas históricas y posicionando las marcas de origen chino como las más vendidas. 

Esta colaboración entre Chile y China en transporte, electromovilidad y trenes de alta velocidad representa un salto hacia un futuro más sostenible y conectado. La inversión en tecnología avanzada y la infraestructura moderna están allanando el camino hacia un Chile más eficiente y amigable con el medio ambiente.