A pesar del auge económico que ha hecho de Shanghai una de las megalópolis más vibrantes del mundo, la ciudad aún alberga calles de estilo tradicional y encanto único. Aquí, los doseles de árboles se yuxtaponen con residencias de arquitectura exótica, librerías y tiendas de moda que marcan tendencia y restaurantes cuya gastronomía pone de manifiesto la diversidad cultural de su población. En un paseo por estas calles de terrazas y balcones ajardinados, uno puede dejarse atrapar por el embriagador aroma del café, mientras descubre el legado histórico de una de las ciudades más cautivadoras de China.










