La tortuga laúd es la tortuga marina más grande del mundo, alcanzando una longitud de 2.5 a 3 metros y un peso de 600 a 900 kilogramos. Su caparazón es bastante especial, ya que no está formado por escudos óseos, sino que está hecho de tejido conectivo blando.
Esta especie de tortuga habita en los océanos de todo el mundo y se aventura mucho más al norte o al sur que otras tortugas marinas, gracias a su enorme tamaño y su peculiar sistema de regulación de la temperatura corporal. Prefiere alimentarse de medusas y algas marinas, pero debido a su mala vista, a veces consume bolsas de plástico, lo que amenaza su salud.