En el borde occidental del desierto de Taklamakán, extensas áreas desérticas y salinas impedían el crecimiento de cultivos, creando un paisaje decepcionante que desalentaba a cualquiera que lo contemplara. Sin embargo, bajo la gestión decidida de la población de la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, esos vastos desiertos se han transformado en miles de hectáreas de campos de ciruelas. 

Hace 7 años, Tao Jingang, Xu Xuefeng y Song Liukui renunciaron a sus vidas acomodadas, para dedicarse a la "nueva causa" en el desierto. En el transcurso de todo este tiempo, han convertido una superficie de más de 666 hectáreas del desierto de Gobi en un cultivo de ciruelas.

El distrito de Payzawat, ubicado en el borde del desierto de Taklamacán, en la región autónoma uigur de Xinjiang, ahora cuenta con una superficie de 38 mil hectáreas de cultivo de ciruelas. Es la base de la producción y venta de ciruelas más grande de toda China. Este lugar también ofrece condiciones especiales para el crecimiento de la fruta.

En el año 2023, la producción de ciruelas en todo el distrito alcanzó las 210.000 toneladas, el equivalente al 70 % de la producción nacional y con un valor de producción de 4.200 millones de yuanes. El próspero desarrollo industrial atrajo a numerosas empresas a establecerse aquí, impulsando la construcción de toda la cadena industrial. Con el crecimiento vigoroso de las frutas, la calidad de vida de los agricultores también ha ido mejorando cada vez más. Según estadísticas oficiales, esta industria aumentó los ingresos per cápita de los agricultores en más de 10.000 yuanes en 2023.