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EE. UU. frente a la crisis del fentanilo
CGTN Español

"¡Es un asesino!" Durante un reportaje emitido por la cadena de televisión estadounidense WMAR el 2 de julio de 2024, estas palabras indicaban por qué una familia del condado de Harford, en Maryland, estaba advirtiendo de los peligros del abuso del fentanilo a través de varias vallas publicitarias. El hijo de la familia, de 31 años, murió accidentalmente a causa de este potente fármaco opiáceo sintético. "Le puede pasar a gente buena, le puede pasar a gente que conoces", dijo en la entrevista la madre de la víctima del venenoso estupefaciente. La colocación de estas vallas publicitarias también provoca la reflexión sobre el abuso de drogas y estupefacientes entre los estadounidenses.

"Estados Unidos está inmerso en lo que algunos expertos denominan la cuarta oleada de la epidemia del abuso de opiáceos, que no solo pone en mayor peligro a los consumidores de drogas, sino que también complica los esfuerzos para abordar el problema de las drogas en el país" - así alertaba el portal U.S. News & World Report en su artículo La cuarta ola de la epidemia de opiáceos llega a la costa impulsada por el fentanilo y la metanfetamina. De acuerdo con un episodio de programa de la National Public Radio (NPR), la primera oleada de la epidemia de opiáceos comenzó con el abuso de analgésicos de venta con receta a principios de la década de 2000, la segunda oleada supuso un aumento del consumo de heroína aproximadamente a partir de 2010, y la tercera, el uso de opioides sintéticos potentes como el fentanilo desde 2015. "La mezcla de estimulantes como la cocaína y las metanfetaminas con el fentanilo --un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína-- está impulsando lo que los expertos denominan la cuarta oleada de la epidemia de opiáceos", indicaba el programa de NPR.

De hecho, el problema de las drogas existe en Estados Unidos desde hace mucho tiempo. En 1971, el entonces presidente, Richard Nixon, declaró la guerra contra las drogas. En las décadas siguientes, el Partido Demócrata siguió desregulando el control contra las drogas y abogando por el fin de la dicha guerra. Años después, ante un problema de drogas cada vez más incontrolable, el entonces presidente Barack Obama promulgó la Ley de Curas del Siglo XXI, que asignaba 1.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis del abuso de medicamentos opioides de venta con receta utilizados para tratar el dolor moderado a intenso. Trump hizo de este asunto una de las prioridades de la Casa Blanca durante su mandato, y calificó la crisis de los opioides de emergencia nacional. El Gobierno de Biden, por su parte, ha hecho de la lucha contra la drogadicción una de sus prioridades y ha calificado la mezcla de fentanilo con xilacina, un sedante no opiáceo, como la amenaza más reciente para Estados Unidos. 

¿Se ha resuelto el problema de las drogas en la mayor potencia mundial después de que una sucesión de administraciones lo hayan abordado? Parece que no. En 2022, en el sitio web oficial del Departamento de Salud de Minnesota se detalla cómo Estados Unidos representa el 4,4 % de la población mundial y consume más del 80 % de los opiáceos del mundo. La Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) declaró el pasado año que el fentanilo es la principal causa de muerte entre las personas de 18 a 45 años en Estados Unidos. La desafortunada historia mencionada al principio de este artículo es solo un trágico microcosmos del problema de las drogas en el país.

Cabe destacar que el problema de las drogas no solo afecta al pueblo estadounidense sino que también se ha convertido lamentablemente en una moneda de cambio entre las manos de los políticos con turbias motivaciones.

"Para entender las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, es esencial comprender la política del fentanilo", de esta manera explicó la agencia Reuters en un artículo. Así se puede entender aún mejor por qué el Gobierno y los medios de comunicación de EE. UU. están tan preocupados por el consumo de fentanilo. Según una encuesta en marzo de 2024 realizada por Morning Consult, una empresa estadounidense de inteligencia empresarial, "aproximadamente 8 de cada 10 votantes de los estados indecisos afirman que el uso indebido de opiáceos sintéticos es una cuestión 'muy importante' o 'algo importante' a la hora de decidir a quién votarán en noviembre".

Recientemente, la crisis del fentanilo también fue uno de los temas centrales en un debate televisivo entre Joe Biden y Donald Trump, dos políticos estadounidenses con experiencia presidencial. "Cada año, más de 100,000 estadounidenses mueren por sobredosis, principalmente de fentanilo y otros opioides. ¿Qué harán para ayudar a los estadounidenses que están en las garras de la adicción y que luchan por obtener el tratamiento que necesitan?", así les preguntó el presentador del debate. 

Para intentar comprender más en profundidad este tema, CGTN Español realizó una entrevista especial a Zhang Zhaoxi, investigador asociado del Instituto de Estudios Americanos, afiliado a los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneos de China. Zhang compartió sus comentarios sobre las respuestas de los dos candidatos estadounidenses: "De las respuestas de Biden y Trump se pueden destacar tres puntos. Primero, ambos enfatizaron sus logros en el manejo del problema del fentanilo durante sus mandatos, incluyendo la mención conjunta de fortalecer la detección de fentanilo. Segundo, las respuestas de Trump a menudo se desviaron del tema, primero criticando las políticas fronterizas del Gobierno de Biden y luego refiriéndose a los llamados rehenes detenidos en el extranjero, por lo que fue advertido varias veces por el moderador para no desviarse del tema. Tercero, ninguno de los dos dio una respuesta clara sobre cómo abordar el problema del fentanilo en el futuro".

Zhang Zhaoxi, investigador asociado del Instituto de Estudios Americanos, afiliado a los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneos de China

"El debate entre ambos sobre dicho tema refleja que, por un lado, el problema del abuso de fentanilo en Estados Unidos es profundo y arraigado, y que ambos partidos tienen dificultades para presentar soluciones efectivas. Por otro lado, el problema del fentanilo ha sido altamente 'politizado', convirtiéndose en una herramienta de ataque mutuo entre los partidos políticos, lo que a su vez hace que sea aún más difícil de abordar de manera efectiva."

Zhang también señala: "Un artículo de 2017 del periódico británico The Guardian indicó que, en la última década, las empresas farmacéuticas han gastado cerca de 2.500 millones de dólares en cabildeo y financiación de congresistas estadounidenses. Además, los conflictos entre los dos partidos políticos del país también han obstaculizado la respuesta de Estados Unidos al problema del fentanilo: en mayo de 2023, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó sobre la Ley para Detener Todo el Tráfico Letal de Fentanilo (H.R.467 - HALT Fentanyl Act) , con 133 votos en contra, de los cuales 132 fueron de demócratas."

¿Son quizás los políticos que incitan implacablemente al enfrentamiento los verdaderos obstáculos para EE. UU. en solucionar la crisis del fentanilo?