China logra alimentar al 22% de la población mundial con apenas el 9% de las tierras agrícolas del planeta. Desde 1949, su revolución agrícola ha transformado por completo al país. En 75 años de crecimiento, innovación y progreso, la agricultura en China ha multiplicado casi por seis su producción de granos desde 1949. Solo desde 2012, la producción de granos ha aumentado un 13,6 %.

Actualmente, los campos chinos cuentan con 1.100 millones de kilovatios de maquinaria agrícola, en contraste con los escasos 180.000 kilovatios que se registraban en 1952, lo que representa un incremento de 70 millones de kilovatios desde 2012. 

Sin embargo, esta revolución va más allá del tamaño de los tractores; se trata de granjas más inteligentes, con un valor de mercado que superó los 71.300 millones de yuanes en 2023. A finales de 2022, más de 100 proyectos de granjas no tripuladas se habían extendido por todo el país, elevando la eficiencia y la precisión a un nivel completamente nuevo. Esta transformación también ha abierto nuevas oportunidades. Desde 2012, las industrias emergentes como el procesamiento de productos agrícolas y el agroturismo han generado mayores ingresos para muchas personas. Con una modernización constante y políticas bien planificadas, China está trazando un camino agrícola propio, marcado por la innovación y la eficiencia.