A principios de octubre, las hojas de los álamos del desierto se han vuelto doradas en Mongolia Interior, atrayendo a mucha gente deseosa de apreciar este espléndido paisaje otoñal. Con una superficie de unas 30.000 hectáreas, el bosque de álamos del desierto de Ejin Banner es uno de los tres mayores bosques de su clase en el mundo y sirve de importante barrera ecológica para las comunidades locales. Para proteger mejor el bosque y su biodiversidad, las autoridades chinas han creado sucesivamente una reserva natural nacional y un parque forestal.

Los álamos dorados del desierto regalan un impresionante telón de fondo a Mongolia Interior.