La economía de baja altitud se refiere a un espectro de actividades económicas que tienen lugar en hasta mil metros de altura sobre el nivel del suelo. Esto incluye vehículos aéreos civiles y no tripulados, como el transporte de pasajeros, la entrega de carga y la fabricación. La economía china de baja altitud ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, con un aumento tanto de aeronaves de baja altitud como de empresas.

Se prevé que aporte hasta 700.000 millones de dólares a la economía del país en 2025, según indica un libro blanco publicado por la Academia Internacional de Economía Digital de Shenzhen. Un sector destacado es el de los drones. En 2023, China habrá registrado más de un millón de drones, lo que supone un aumento interanual de más del 30 %.

China ha intensificado sus esfuerzos para desarrollar el sector. En 2021, la economía de baja altitud se incluyó formalmente en el plan nacional de desarrollo. En 2024, 26 provincias han destacado el sector en sus informes económicos. La Administración de Aviación Civil también ha aprobado 20 zonas de pruebas de aviones no tripulados. Para 2027, China pretende establecer más de 10 empresas líderes a lo largo de la cadena de la industria de la aviación general, impulsando la modernización de los equipos y servicios de aviación.