Las ruinas de la Catedral de San Pablo son uno de los monumentos más emblemáticos y representativos de la Región Administrativa Especial de Macao. El templo construido en 1602, tiene una altura de 25,5 metros y un ancho de 23 metros, fusionando las características arquitectónicas de China y de otros países. Moldeadas por el viento y la lluvia por el paso del tiempo, las ruinas han permanecido en pie, convirtiéndose en un importante testigo de la historia de la ciudad.





