La uva peruana de mesa ha encontrado un nuevo hogar en el mercado chino, y la tecnología está jugando un papel clave en este exitoso camino.

Perú es, desde hace unos años, el principal exportador mundial de uva de mesa. Sólo en 2023, desde los cultivos peruanos salieron alrededor de 600.000 toneladas de uva hacia todo el planeta. Una de las claves del éxito de esta sabrosa fruta peruana es la innovación. A unos 270 km al sur de Lima, exactamente en la árida región de Ica, se ubica el Grupo Vanguard Internacional, cuya filial peruana ha adoptado tecnologías avanzadas para maximizar la producción y calidad de sus productos frutícolas. Desde sistemas de riego automatizados hasta el uso de drones para monitorear los cultivos, cada innovación busca asegurar la mejor cosecha posible.

Una vez cosechadas, las uvas son trasladadas a plantas de empaque equipadas con tecnología de vanguardia. Aquí, en cada paso de la línea de producción, se monitorea con sensores, escáneres y computadoras, la calidad y las condiciones de almacenamiento.

Otra de las claves para que la uva peruana llegue muy fresca y rica a la mesa del consumidor chino es el transporte. Desde noviembre pasado, Perú envía directamente a China por Chancay, el puerto más grande y moderno de la región. El ahorro de tiempo es de 12 a 15 días, beneficioso para el exportador peruano, pero también para el exigente consumidor chino.

Su frescura y su exquisito sabor, además de este generoso clima, ha permitido que la uva peruana sea apetecida por todo el mundo.