El Templo del Cielo fue construido en el año 1420. Durante las dinastías Ming y Qing, los emperadores acudían a este lugar para orar por buenas cosechas en primavera y agradecer al cielo por los frutos obtenidos en otoño. Tras la fundación de la República Popular China, el Templo del Cielo se transformó en un parque muy concurrido, donde las tradiciones culturales relacionadas con la Fiesta de la Primavera han perdurado, y donde se acude para enviar buenos deseos y una vida de felicidad.





