En el noreste de China, la Fiesta de la Primavera combina tradiciones cálidas y vibrantes que calientan el espíritu en su paisaje nevado y temperaturas heladas.

Decoraciones festivas
Las ventanas se adornan con recortes de papel que tienen significados auspiciosos como flores, peces y el carácter 福 (prosperidad). Estas figuras, junto a los reflejos del hielo y la nieve, crean un ambiente mágico. Además, en las paredes aparecen cuadros del Dios de la Riqueza riendo alegremente, lo que añade un toque divertido a la celebración.
Tabúes y costumbres
En esta región de China existen varios amuletos y tabúes que aseguran que la festividad sea más alegre y próspera. Por ejemplo, para proteger el patrimonio, es recomendable evitar cortarse el cabello durante el primer mes, apagar las luces en la víspera de la Fiesta de la Primavera o barrer el suelo en los primeros días del año. Estas prácticas reflejan el deseo de preservar la riqueza, la luz, y la alegría, respectivamente, en el nuevo año.
La tradición del jiaozi
Preparar jiaozi (ravioles) es imprescindible. Todas las generaciones familiares contribuyen para elaborarlos con rellenos variados como cerdo, res, repollo y cebollín. Es común incluir monedas, caramelos o frutos secos dentro de algunos ravioles, augurando buena suerte y bendiciones para quien los encuentre, y haciéndolos más atractivos para los más pequeños.
El Año Nuevo en el noreste de China es un homenaje a la unión familiar y la esperanza, con tradiciones que iluminan y roban sonrisas incluso en los días más fríos.