A principios de febrero de cada año, se da inicio a un nuevo ciclo escolar en las escuelas primaria y secundaria de Brasil. Sin embargo, esta temporada de regreso a clases marca una diferencia respecto a las anteriores, ya que en todo el país sudamericano se ha implementado una normativa que prohíbe el uso de teléfonos inteligentes en dichas instituciones. Veamos cómo un establecimiento educacional público del estado de Sao Paulo, en el sureste de Brasil, está llevando a cabo esta medida.
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Recientemente, los reporteros visitaron la Escuela Antonio Emilio Souza Penna en la ciudad de Sao Paulo. Al ingresar al campus, notaron que en varias áreas, como las aulas, los pasillos y las cercas del campo de deportes, ya se habían colocado avisos advirtiendo sobre la prohibición de usar teléfonos celulares durante el horario escolar. Aunque los armarios destinados guardar los celulares de los estudiantes aún no habían llegado, durante los recreos casi no se veía a los alumnos usando sus celulares. Por el contrario, los estudiantes estaban jugando tenis de mesa, saltando la cuerda y practicando voleibol. La prohibición de los celulares parece haberse convertido en un consenso entre los alumnos.
Actualmente, la prohibición de celulares en las escuelas de Brasil proviene de una ley firmada por el presidente Lula en enero de este año. Según esta legislación, todos los estudiantes de escuelas públicas y privadas en Brasil no podrán utilizar teléfonos celulares ni otros dispositivos electrónicos dentro del campus, a menos que cuenten con la autorización del profesor o tengan una necesidad especial. Esta medida tiene como objetivo regular el comportamiento dentro de las escuelas limitando el uso de los celulares, con el fin de proteger la salud mental de los alumnos.
En las escuelas, varios profesores han expresado su apoyo a la política de prohibir los teléfonos celulares.
Según los informes, la Escuela Antonio Emilio Souza Penna aún no obliga a los estudiantes a entregar sus celulares al inicio del día escolar. Si algunos alumnos insisten en usarlos durante las clases, la escuela aún no tiene un procedimiento específico para tratar este problema. Además, debido a la situación de inseguridad en la ciudad de Sao Paulo, muchos padres prefieren que sus hijos lleven sus teléfonos celulares para estar informados sobre sus movimientos, lo que genera ciertos desafíos para implementar la normativa de prohibición.
En la escuela, algunos padres les dijeron a los reporteros que apoyan la medida, considerando que les ayudará a sus hijos a concentrarse más en los estudios.
Recientemente, varios medios brasileños han señalado que la prohibición de los teléfonos celulares no debe quedarse solo en un tema prohibitivo, sino que también es clave fomentar un mecanismo de colaboración entre las familias y las escuelas, y mejorar la educación digital. Es igual de importante enseñar a los niños a reconocer los perjuicios del uso excesivo de los celulares, a la vez que mejorar sus habilidades para utilizar herramientas en línea y ampliar su conocimiento.