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¿Puede Canadá humillada por EE. UU. implorar su piedad calumniando a China?
Artículo de opinión

Recientemente, los gobernadores de las 13 provincias y regiones canadienses viajaron a Estados Unidos para persuadir a legisladores, grupos comerciales y líderes sindicales estadounidenses, rogándoles clemencia. Estos políticos canadienses incluso jugaron la "carta de China" para convencer a los estadounidenses de que tienen un "enemigo económico común": China.

Canadá es el vecino cercano y aliado estrecho de Estados Unidos, y también es miembro de la alianza de los Cinco Ojos. Sin embargo, cuando se trata de intereses, EE. UU. es implacable exprimiendo, coaccionando y humillando a Canadá.

Tras ser reelegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump amenazó en varias ocasiones con "anexionarse" Canadá y convertirlo en el estado número 51 de Estados Unidos. A principios de este mes, EE. UU. amenazó con imponer un arancel adicional del 25 % a las importaciones de productos canadienses con el pretexto del fentanilo y la inmigración ilegal. Recientemente, Washington anunció un impuesto del 25 % sobre todas las importaciones de acero y aluminio, siendo Canadá uno de los países más afectados.

Los políticos canadienses quieren complacer a Estados Unidos difamando y oponiéndose a China. Esta táctica se ha utilizado muchas veces en los últimos años, como la detención ilegal de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, el envío de buques de guerra al mar Meridional de China y al estrecho de Taiwan, y la prohibición del uso de los equipos 5G chinos, entre otros.

De hecho, no existen conflictos de intereses fundamentales entre China y Canadá, y las relaciones bilaterales han estado a la vanguardia de las relaciones entre China y los países occidentales durante mucho tiempo. China es el segundo socio comercial de Canadá, país de origen de importaciones y mercado de exportaciones.

Como país soberano, Canadá ha perdido su autonomía y su autoestima. Sin embargo, no obtuvo indulgencia por parte de Estados Unidos, pero sí ha dañado los lazos de cooperación con China.

Este año se cumple el 55º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Canadá, así como el 20º aniversario del establecimiento de una asociación estratégica. Para los futuros dirigentes del país, saber mantener la autonomía estratégica, negarse a actuar como esbirros de EE. UU. y recuperar una comprensión racional sobre China es, sin duda, una prueba crítica.