Zhang Dongyuan, heredero de séptima generación del taichí estilo Yang, comenzó su entrenamiento a los 24 años y hoy dedica su vida a promover esta práctica.

Zhang Dongyuan, heredero de séptima generación del taichí estilo Yang, comenzó su entrenamiento a los 24 años y hoy dedica su vida a promover esta práctica.
Antes considerado una actividad para personas mayores, el taichí ha trascendido las barreras generacionales, y ahora atrae a practicantes de todas las edades gracias a su adaptabilidad de bajo impacto y a beneficios científicamente respaldados: reduce el estrés, mejora la flexibilidad y agudiza la claridad mental.
La cultura pop, con películas como “The Tai Chi Master”, ha avivado el interés entre los jóvenes, reinventando este arte como una práctica meditativa y un símbolo cultural dinámico.