Con decir que el durian está prohibido en los ascensores de algunos hoteles del sudeste asiático, ya podemos hacernos una idea de que se trata de una fruta muy especial. Su olor sulfuroso no deja a nadie indiferente, tanto es así, que hay quien dice que sólo existen dos tipos de personas: las que lo adoran o las que lo odian.

Sus detractores describen el olor como una mezcla de cebollas podridas y aguas residuales, mientras que sus seguidores lo describen como una intensa y dulce fragancia. Para gustos los colores, pero lo que más rechazo puede producir quizá sea su elevado precio. En los mejores casos se puede encontrar por 12 euros el kilo, llegando incluso a 30 y 40. Normalmente, se vende por piezas, así que no es extraño llegar a los 150 o 200 euros por unidad.
El durian, también conocido como durián o durión una especie nativa de Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.
Tampoco es nada fácil de transportar, puesto que la cáscara está repleta de puntiagudas espinas, lo que hace obligatorio una estudiada logística para llevarlo en la cesta de la compra.
El durian, también conocido como durián o durión es una especie nativa de Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia, pero una vez que llega la temporada, se convierte en una de las frutas más exóticas que se pueden encontrar en China, donde goza de gran aceptación.
Sin duda, te invitamos a probarla, aunque es más que seguro que no la vas a encontrar en ningún supermercado europeo. De hecho, si la encuentras, llámanos!