Los esfuerzos de repoblación forestal al borde del desierto de Mu Us, en el norte de China, han adquirido un aire futurista, con drones que surcan los aires transportando plántulas a través de vastas dunas de arena, mientras máquinas plantadoras inteligentes surcan la arena, incrustando retoños de árboles con precisión. La labor está a cargo del Grupo Tecnológico Jintaiming, con sede en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China. Estas máquinas inteligentes pueden automatizar completamente el proceso de plantación de árboles, integrando tecnologías avanzadas que permiten plantar árboles a gran escala las 24 horas del día sin intervención humana. 

Mongolia Interior ha identificado un total de unos 15 millones de hectáreas de tierras desertificadas repartidas por zonas gobernadas por siete ciudades, que son el origen y la vía de las tormentas de arena que afectan a la región de Beijing-Tianjin-Hebei. Para mitigar las tormentas de arena, garantizar la seguridad alimentaria y proteger el río Amarillo -el río madre de China-, la forestación de Mongolia Interior es un campo de batalla clave del ambicioso Programa de la Franja Forestal Protectora de los Tres Nortes de China, iniciado en 1978 para combatir la desertificación. Y estos esfuerzos ahora se duplicarán gracias a la ayuda de la inteligencia artificial, que de acuerdo con los encargados del proyecto proveerá 60 por ciento de la labor, 10 veces más trabajo que un trabajador humano, y solo el 30 % del coste de la mano de obra.