En las últimas semanas, la política arancelaria de Estados Unidos ha escalado de forma dramática, con un impacto directo sobre China y una creciente volatilidad en el comercio global. Hasta el 16 de abril, Estados Unidos ha anunciado que los aranceles sobre las importaciones chinas aumentarán al 245 %. Esta situación ha repercutido en múltiples industrias y cadenas de suministro a nivel internacional. China, por su parte, ha calificado esta política estadounidense como “un juego arancelario sin sentido”, y afirma que “lo ignorará”, después de haber elevado al 125 % los aranceles adicionales sobre los productos importados de Estados Unidos a partir del 12 de abril. Mientras tanto, la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado del país asiático manifestó que ya es imposible para el mercado chino aceptar las importaciones estadounidenses con el nivel arancelario actual. China ha adoptado una serie de contramedidas que abarcan desde aranceles adicionales y restricciones no arancelarias hasta acciones en espacios multilaterales. Además, ha publicado un libro blanco donde expone su postura en cuestiones económicas y comerciales con Estados Unidos.
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Mirada Económica les invita a descubrir más acerca de este panorama en profundidad y sus implicaciones. Para ello, tenemos el placer de contar con la presencia en vía telemática con el Dr. Liu Xuedong, profesor de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, y también con la presencia en línea de Ehécatl Lázaro, investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.
Liu explica que existen dos factores que juegan en contra de la política de aranceles del gobierno estadounidense. En primer lugar, con la aplicación de esas medidas se ha observado que las bolsas de valores reaccionaron con cifras negativas. En cierta manera, esto implicaría un debilitamiento del valor del dólar estadounidense con otras divisas, lo que obviamente perjudica los intereses propios de Washington. En segundo lugar, ante la caída constante de las bolsas de valores, los inversionistas se encuentran en un proceso de mermas de sus ingresos, añadiendo presión a la administración Trump.
Por otra parte, Lázaro indica que China es el país que más bienes de manufactura tiene a nivel mundial y que puede producir desde los básicos hasta los de alta tecnología. Además, destaca que China ya depende cada vez menos de EE. UU., habiendo disminuido el país norteamericano su peso en el comercio de China. Junto a ello, el investigador señala que, en el primer trimestre de 2025, el desempeño general de la economía china ha sido bueno. El PIB ha crecido un 5,4 %, un porcentaje más alto que el previsto. Eso demuestra la resiliencia económica china. Por lo demás, la política arancelaria de Estados Unidos incentiva a Beijing a profundizar su cooperación económica con los países de América Latina.