Crece el descontento de la opinión pública con las autoridades taiwanesas, encabezadas por el Partido Progresista Democrático (PPD), y su gestión de la situación económica de la región tras la imposición de aranceles estadounidenses. 

Dicen que el arancel recíproco del 32 % de la administración Trump y sus acusaciones de que Taiwan está robando la industria estadounidense de chips han contradicho la imagen de que la isla cuenta con el apoyo de Washington. Las medidas de Estados Unidos han amenazado la supervivencia de las principales industrias de Taiwan, como la de semiconductores y las pequeñas y medianas empresas. Según ellos, el nuevo fondo de rescate de 88.000 millones de nuevos dólares taiwaneses, unos 2.700 millones de dólares estadounidenses, para ayudar a estas empresas y promover la desvinculación del continente, no es suficiente.

"Sobre la base de 2024, nuestras exportaciones serán de aproximadamente 111.400 millones de dólares estadounidenses. Sin embargo, hoy las autoridades del PPD han dicho que el fondo de rescate es de 88.000 millones de nuevos dólares taiwaneses, lo que equivale aproximadamente a 2.700 millones de dólares estadounidenses. Esto es menos de una cuadragésima parte de la situación actual. Teniendo en cuenta esta cifra, ¿cuánta subvención puede ofrecer? La subvención que puede ofrecer es realmente muy limitada", dijo Hung Hsiu-Chu, expresidenta de Kuomintang chino.

"Si los márgenes de beneficio de las empresas son solo del 10 %, es sencillamente imposible que aumente el arancel un 32 %. De lo contrario, muchos cerrarán directamente las fábricas y la gente lo pasará muy mal", afirmó Xu Rongfeng, supervisor jefe de la Asociación de Empresas de Inversión de Compatriotas de Taiwan de Nanjing.