China se posiciona como uno de los líderes en la nueva carrera espacial con un foco claro: el polo sur lunar. Esta región, poco explorada hasta ahora, despierta gran interés por su posible riqueza en agua en forma de hielo, clave para futuras bases permanentes y combustibles espaciales.

La misión Chang'e-7, programada para 2026, busca analizar el terreno, la composición del suelo y detectar agua en cráteres sombríos. Desde la perspectiva china, la Luna no solo es un objetivo científico, sino también un pilar para un sistema de navegación, telecomunicaciones y presencia a largo plazo en el espacio.
El enfoque de China destaca por su planificación gradual, modular y constante, que contrasta con estrategias más mediáticas de otras potencias. El polo sur lunar representa para China una oportunidad de liderar la siguiente etapa de la exploración espacial desde una perspectiva autónoma y cooperativa.