En Hefei, capital de la provincia de Anhui, un grupo de estudiantes jóvenes participó en un taller dedicado a la elaboración de liusha jian, un tipo de papel decorativo tradicional chino que presenta una textura visual o táctil que recuerda a granos de arena suspendidos sobre la superficie del papel.

La fabricación combina múltiples pasos artesanales: desde la preparación de materiales y el teñido, hasta el grabado, la impresión, el recorte y la pintura final. Un arte que se remonta a la dinastía Han del Este (siglos I-II), y que tuvo avances clave durante los periodos Wei, Jin y Tang, cuando surgieron papeles tan refinados como el dorado o el encerado.

Obras maestras como el papel chengxintang de las Cinco Dinastías o el xuande de la dinastía Ming reflejan el alto nivel que alcanzó esta técnica, que fue reconocida en 2008 como patrimonio cultural inmaterial de China. 

Hoy, este legado cobra nueva vida en manos jóvenes, que mantienen viva la tradición con cada hoja que crean.