Desde la década de 1990, se detectaron niveles elevados de arsénico en las aguas subterráneas de Cañas y sus alrededores, lo que las volvió no aptas para el consumo humano, generando grandes dificultades para la vida cotidiana de los habitantes locales. En 2019, el gobierno chino puso en marcha un proyecto de cooperación para apoyar la mejora del sistema de abastecimiento de agua en Costa Rica, con el objetivo de garantizar la seguridad hídrica de la población. Tras tres años de construcción, se finalizó una planta de tratamiento de agua equipada con procesos rápidos de desinfección y un sistema automatizado de purificación. A través de la depuración de aguas subterráneas, se logró que el agua para consumo humano alcanzara los estándares requeridos. El proyecto fue entregado oficialmente al gobierno costarricense en 2022.
01:43
Error loading player: No playable sources found