Las montañas y los ríos de la llanura de Chengdu, conocida como "Tierra de abundancia", dieron vida a algunas de las civilizaciones más antiguas de la humanidad. Los hallazgos arqueológicos de los yacimientos de Sanxingdui y Jinsha desvelaron los secretos del antiguo reino Shu, una civilización que se remonta a entre 3.000 y 4.500 años atrás con una marcada identidad cultural local y una sorprendente mentalidad progresista.

Atenas, cuna de la civilización occidental, acoge estos días "La luz del bronce: la antigua civilización Shu", una exposición que presenta numerosas réplicas de antiguos artefactos, modelos impresos en 3D y muestras gráficas que ponen de relieve los descubrimientos de Sanxingdui y Jinsha. La muestra exhibe algunos de los elementos más representativos de la antigua civilización china y promueve los intercambios académicos y culturales entre China y Grecia.

Los hallazgos arqueológicos de Sanxingdui revelaron la importancia cultural de la región del río Yangtsé hace miles de años y evidenciaron el alto nivel de desarrollo y las características únicas del pueblo Shu. En paralelo a la exposición, expertos y académicos de China y Grecia han llevado a cabo fructíferos diálogos sobre conservación del patrimonio e interpretación cultural y han debatido los puntos en común y las singularidades de ambas culturas.