En Madrid, la empresa Técnica del Decoletaje, especializada en componentes de precisión para la industria automotriz, hace frente al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos de la Unión Europea. Con más de 60 años de historia, esta pyme española ve afectada hasta un 35 % de su producción, ya que sus piezas forman parte de ensamblajes que terminan en vehículos exportados al mercado estadounidense. El aumento de costos y la pérdida de competitividad son algunas de las consecuencias que, según sus responsables, no solo perjudican a las grandes multinacionales, sino también a las pequeñas y medianas empresas. En respuesta, la compañía busca diversificar sus mercados apostando por sectores como el de las energías renovables y la defensa.

"Somos una empresa familiar fundada en 1959. Llevamos 66 años en el mercado, y fue mi padre quien la creó. Yo soy la segunda generación. Me llamo Mario Lobato y soy el director general de Técnica del Decoletaje. Nos especializamos en piezas mecanizadas, sobre todo en herramientas de precisión. Nuestra actividad ha estado muy ligada al sector automotriz, que es nuestro principal mercado. Actualmente exportamos directamente un 40 % de la producción, y alrededor del 90 % de nuestras piezas forman parte de ensamblajes que luego también se exportan desde España. Suministramos a empresas como Valeo y Bosch. Aunque no exportamos directamente a EE. UU., nuestras piezas van en componentes que sí se integran en coches exportados a ese país. Toda la cadena de valor del automóvil se verá afectada, sin duda. Y los aranceles pueden impactar hasta el 35 % de nuestra producción", dijo el responsable de Técnica del Decoletaje, Mario Lobato.

"Como estamos enfocados en la exportación, esto nos afecta directamente, ya que la mayoría de las piezas van al sector automotriz y muchas acaban en EE. UU. Esta pieza, por ejemplo, se integra en el sistema de limpiaparabrisas, donde va el motor del brazo automático. ¿Qué pasa con los aranceles? Todos los componentes ensamblados en EE. UU. luego se distribuyen a otros países. Y al final, queramos o no, salimos perdiendo. Los aranceles no solo afectan a las multinacionales; también perjudican a las pequeñas y medianas empresas. Porque las materias primas se encarecen. Al final, mucha gente paga las consecuencias. Y no nos trae nada bueno", afirmó Rafael Rosa, operador de torno de Técnica del Decoletaje.