China continúa proyectando su influencia global, esta vez con la reciente incorporación del "Xiaomi SU7 Ultra", el vehículo eléctrico de alto rendimiento de Xiaomi, al reconocido videojuego de simulación de carreras "Gran Turismo 7", disponible para PlayStation 4 y PlayStation 5.
Se trata de un hecho histórico, ya que es la primera vez en 28 años que un automóvil de marca china se incluye de forma activa en la legendaria franquicia "Gran Turismo". Esta saga, considerada como un auténtico barómetro de la cultura automovilística global, reúne a los modelos más icónicos del mundo y es punto de encuentro de millones de fanáticos del motor.
La integración del "Xiaomi SU7 Ultra" forma parte de una colaboración anunciada durante la "Ronda Uno de la Gran Turismo World Series 2025", en la que el fundador de Polyphony Digital y creador de la serie, Kazunori Yamauchi, elogió el desempeño del vehículo tras una prueba de conducción inmersiva realizada en mayo en Beijing, junto al fundador de Xiaomi, Lei Jun. Yamauchi destacó que, aunque Xiaomi es un actor relativamente nuevo en el sector, ha logrado crear un automóvil que supera los estándares convencionales, señalando que el SU7 Ultra ha "batido récords de rendimiento" en circuitos como Nürburgring, donde estableció un nuevo récord de vuelta para los vehículos eléctricos de 4 puertas en 6:46,874.
China se ha consolidado como el mayor exportador de automóviles del mundo, y su industria automotriz está transformándose en un gigante cultural que ya no solo compite en términos de manufactura, sino también de diseño, innovación y representación global. La llegada del "Xiaomi SU7 Ultra" a "Gran Turismo 7" posiciona a China y sus marcas como protagonistas en la narrativa automovilística mundial.
Como expresó Lei Jun, "la reputación mundial de Gran Turismo por su calidad nos honra particularmente al incluir al SU7 Ultra. Esperamos que más jugadores y entusiastas descubran lo que los vehículos eléctricos inteligentes de alto rendimiento como el nuestro pueden ofrecer".
En definitiva, se trata de un paso firme de la industria china hacia el centro del escenario automovilístico global.