"Espero heredar y absorber de mi padre muchas cualidades valiosas y nobles". Así escribió Xi Jinping hace más de 20 años en una carta a su padre, Xi Zhongxun.

Xi Zhongxun, un revolucionario proletario surgido del suelo amarillo, sentía un profundo apego por las masas populares. Las enseñanzas y el ejemplo de su padre influyeron profundamente en el carácter de Xi Jinping, consolidando su determinación de dedicarse a la causa comunista y servir al pueblo con firme convicción.

En enero de 1969, Xi Jinping, aún sin cumplir 16 años, llegó desde Beijing a la aldea de Liangjiahe en el norte de Shaanxi. "No importa adónde vaya, siempre seré un hijo del suelo amarillo". Años después, declaró en un artículo: "Como servidor público, la meseta del norte de Shaanxi es mi raíz, porque aquí se forjó mi convicción inquebrantable: ¡Debo hacer cosas prácticas para el pueblo!".

Entre los cuadros y las masas del noroeste de China circulaba un dicho: "Busquemos a Zhongxun". Estas palabras sencillas expresaban el respeto que Xi Zhongxun tenía en el corazón del pueblo.

Influenciado por su padre, Xi Jinping grabó las palabras "pueblo" en lo más profundo de su corazón.

En noviembre de 2012, inmediatamente después de ser elegido secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping declaró solemnemente ante periodistas chinos y extranjeros en el Gran Palacio del Pueblo: "La aspiración del pueblo por una vida feliz es nuestro objetivo de lucha".

Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, Xi Jinping ha recorrido todo el país. Abriendo camino mediante investigaciones, identificando problemas, conociendo la realidad nacional y buscando soluciones, ha enriquecido constantemente la teoría y la práctica de la gobernanza del país.

"La frugalidad de mi padre rayaba en lo austero. Su estricta disciplina familiar también era bien conocida. Desde pequeños, bajo su educación, adquirimos el hábito de ser diligentes y ahorrativos en el hogar". Esta carta de felicitación por el cumpleaños que Xi Jinping escribió a su padre rezuma la admiración de un hijo hacia su padre.

Influenciado por lo que vio y oyó, Xi Jinping heredó la cualidad de la modestia de su padre.

Xi Zhongxun dijo una vez: "¿Qué puede hacer más feliz y orgulloso a un comunista que poder trabajar más para el Partido?" Las palabras y acciones de su padre enseñaron a Xi Jinping cómo ser una persona pura y beneficiosa para el pueblo, inspirándolo a dedicar toda su energía a la causa de servir a las masas populares.

"Mi trabajo es servir al pueblo. Es agotador, pero me produce gran satisfacción". Xi Jinping convirtió este profundo sentimiento de devoción en una búsqueda persistente por una vida mejor para los más de 1.400 millones de chinos, y en una conmovedora declaración al Partido y al pueblo: "Sin egoísmo, sin defraudar al pueblo".