Más de cincuenta jóvenes de China y Estados Unidos se han dado cita a principios de esta semana en el Museo Stilwell de Chongqing, en el suroeste de China. Allí, compartieron reflexiones sobre un capítulo clave en la relación entre ambas naciones durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo era recordar ese legado histórico para fomentar la amistad y el entendimiento entre culturas en el presente.
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En el corazón de Chongqing, la historia cobró vida cuando la delegación de jóvenes exploró el museo conmemorativo del general estadounidense Joseph Stilwell, símbolo de la alianza bélica entre China y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Los participantes visitaron el cuartel general del general y una exposición fotográfica sobre su vida y su legado. Para muchos, era la primera vez que conocían este capítulo de la historia compartida.
"Este museo es realmente genial. Nunca había oído hablar de él en la escuela. Caminar por el museo y conocer más sobre Stiwell y el general, me hizo preguntarme ¿por qué no hablamos de esto? Es una parte impresionante de la guerra. Me sorprendió que tuviéramos tan buena relación y ojalá la tuviéramos ahora", opinó William Wyatt Bowman, un estudiante estadounidense.
El intercambio continuó por un bonito salón en el interior del museo, donde estudiantes chinos y estadounidenses exploraron el papel de su generación en la configuración de los lazos entre China y Estados Unidos. En un animado debate, destacaron la apertura de miras, la curiosidad cultural y el respeto mutuo como puntos fuertes clave que posicionan a los jóvenes para intentar salvar las diferencias en un mundo cada vez más complejo.
"Cosas como ésta tienen un gran interés para mí y me hace querer aprender más sobre la relación entre Estados Unidos y China. Los medios de comunicación nunca trasmiten cosas como la hospitalidad del pueblo chino, las vistas increíbles y la cultura que este lugar realmente tiene", dijo otro estudiante, Brockton Ursic.
Cuando el acto llegó a su fin, una cosa quedó clara: para estos jóvenes, comprender el pasado no consiste sólo en recordar, sino en dar forma a lo que vendrá después. Los educadores estadounidenses afirmaron que el viaje ofrecía algo más que conocimientos: proporcionaba a los estudiantes una experiencia de primera mano sobre la importancia de la amistad.
"Este museo realmente une nuestras dos culturas y a estos jóvenes les da una mejor comprensión de la cultura y la historia desde la perspectiva de otras personas. Los países son en realidad un montón de gente que vive junta, ¿verdad? Y por eso, cuanta más gente conozcan y establezcan relaciones, es la mejor parte de nuestra vida", expresó Mark Ursic, director ejecutivo de la Academia Renaissance.
En un momento en que el diálogo importa más que nunca, actos como éste demuestran que el espíritu de cooperación sigue vivo, en los corazones y las voces de una nueva generación.