Los medios de comunicación estatales de Irán afirman que las reservas de uranio enriquecido en los tres emplazamientos nucleares atacados ya habían retirados antes de la ofensiva estadounidense. Hasán Abedini, subdirector de la radiotelevisión estatal iraní, declaró que no quedaba allí ningún material que, de ser atacado, pudiera causar radiaciones o daños a sus ciudadanos.
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El Centro del Sistema Nacional de Seguridad Nuclear de Irán emitió un comunicado en el que afirmaba que la información registrada por su sistema de detección de radiaciones no muestra "ningún signo de contaminación" y que no existe "ningún riesgo para los residentes" que viven cerca de las instalaciones. También condenó los ataques estadounidenses como una violación del derecho internacional, incluido el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Un diputado iraní que representa a la provincia de Qom, donde se encuentra la instalación de Fordo, negó las afirmaciones del presidente estadounidense Trump y dijo que el principal daño a Fordo fue una sección de tierra que puede ser reparada.