Las ruinas de la antigua ciudad de Liangzhu, situadas en la región del delta del río Yangtsé, son consideradas uno de los sitios más importantes de la prehistoria de China. El sistema de gestión del agua que rodea la ciudad es uno de los primeros ejemplos conocidos de ingeniería hidráulica en China, y destaca como una de las primeras represas del mundo.
La cultura Liangzhu tuvo una influencia duradera y profunda en el desarrollo de la civilización china, que se extendió a lo largo de los 5000 años siguientes. Hoy en día, sus restos son un ejemplo clave de los grandes asentamientos prehistóricos de Asia Oriental y un referente en la historia de la civilización humana. El 6 de julio de 2019, la UNESCO aprobó la inscripción del sitio de la antigua ciudad de Liangzhu en la Lista del Patrimonio Mundial.