Un académico japonés ha descubierto recientemente un documento que revela cómo Japón silenciaba las voces contrarias a la guerra y ocultaba la verdad para obtener apoyo para su invasión a China.
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El investigador Seiya Matsuno ha encontrado un documento compilado por la Fiscalía del Distrito de Hiroshima en el que se enumeran 33 casos de personas arrestadas por compartir información de primera mano sobre la guerra o por oponerse a la invasión japonesa a China, este documento demuestra que el gobierno militarista de Japón aplicó leyes como el Código Penal Militar para reprimir cualquier discurso en contra de la guerra.
Entre los perseguidos había ciudadanos japoneses, así como chinos y coreanos residentes en Japón. Uno de los perseguidos es un conductor coreano de 28 años, que había llegado desde Shanghai tras el Incidente en el Puente Lugou, y fue arrestado tras ser denunciado por contar lo que había presenciado.
Sus comentarios fueron registrados de la siguiente manera: "Las noticias en Japón no reflejan la verdad. Los combates en Shanghai son intensos. Las tropas japonesas han sufrido grandes bajas. El río Yangtsé está lleno de cadáveres. He transportado soldados muertos en camión, eran tantos que no podíamos cremarlos a todos. Algunos quedaban abandonados durante días. Los aviones japoneses nunca derribaron un solo avión chino. En realidad, China tiene la ventaja. Sus fortalezas son sólidas. El ejército japonés no puede abrirse paso", dijo Seiya Matsuno, el investigador del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de la Universidad Meiji Gakuin.
El hombre compartió estos comentarios solo con unas pocas personas en lugares como unas pequeñas posadas, pero fue denunciado. Él simplemente relató la verdad sobre las dificultades de Japón en la guerra, pero el gobierno militarista lo consideró como un subversivo y lo arrestó.
El régimen también utilizó estos casos como referencia para endurecer el control sobre la libertad de expresión en la sociedad japonesa.
"Estos registros se difundieron ampliamente entre las agencias gubernamentales japonesas y se utilizaron para controlar el discurso. Fue claramente una época de miedo, sin libertad de expresión, solo propaganda militarista. Un capítulo realmente oscuro en la historia de Japón", dijo Seiya Matsuno, el investigador del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de la Universidad Meiji Gakuin.
El 2025 marca los 88 años desde el Incidente en el Puente Lugou y 80 años de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista.
Este académico japonés afirma que solo enfrentando los errores del pasado se puede construir una paz duradera.
En medio de los actuales conflictos geopolíticos, Japón debe recordar la importancia de su constitución pacifista.
"Estudiamos la historia para evitar que tragedias como estas vuelvan a ocurrir. En el contexto global actual, el Artículo 9 de la Constitución japonesa sigue siendo un poderoso recordatorio del compromiso de nunca volver a iniciar una guerra. ", dijo Seiya Matsuno, el investigador del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de la Universidad Meiji Gakuin.