El Pato de Beijing tiene más de 1,000 años de historia, y es conocido en todo el mundo.


Una de las razones por las cuales el Pato de Beijing es diferente a cualquier otro pato asado es el pato en sí. Los patos destinados a los restaurantes de Beijing son sometidos a una dieta rica para que sean más gordos que los patos comunes. Por otra parte, antes de cocinarlos, se les introduce aire por debajo de la piel para separarla ligeramente de la carne; finalmente, se unta el pato con aceite, salsa y melaza, lo cual le da el color rojo cuando es cocinado. Antes de meterlo en el horno, se llena la mitad del pato con agua caliente para evitar que se seque, luego se lo asa por unos 40 minutos. Incluso el tipo de leña que se utiliza para calentar el horno es especial. La leña del árbol de durazno o de pera es la mejor pues echa menos humo y emite un olor dulce y placentero.

Usualmente se sirve el pato entero, luego es cortado delante de usted. Se separa el esqueleto para preparar la sopa de pato que pondrá punto final a la comida.
