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La serpenteante Ruta Panlong
Actualizado 2025-07-10 05:28 GMT
CGTN Español

En verano, la antigua Ruta Panlong, situada en la ciudad de Kashgar, en la región autónoma uigur de Xinjiang, noroeste de China, se envuelve entre las nubes, atrayendo a numerosos turistas que la recorren en coche para admirar su belleza. Este serpenteante camino sobre la meseta del Pamir se ubica a una altitud que oscila entre los 3.000 y los 4.200 metros. La Ruta Panlong, que otrora formaba parte de la Ruta de la Seda, serpentea a lo largo de unos 36 kilómetros, con más de 600 curvas que, como escamas de dragón, se superponen una tras otra, creando una experiencia visual inolvidable.

Su trazado es desafiante, con pendientes pronunciadas y curvas cerradas en forma de “S”, que exige a los conductores experiencia y precaución. A medida que se asciende por la Ruta Panlong, los viajeros pueden disfrutar de hermosos paisajes que incluyen picos nevados, lagos color turquesa y cañones profundos. La carretera también ofrece miradores naturales ideales para tomar fotografías. Muchos visitantes incluso utilizan drones para capturar desde el aire la magnitud y majestuosidad del recorrido.

Además de su belleza natural, la Ruta Panlong refleja la historia y la cultura de la antigua Ruta de la Seda, siendo testigo de los históricos intercambios comerciales, culturales y étnicos a lo largo de los siglos. 

Para disfrutar plenamente de esta experiencia, se recomienda estar bien preparado, sobre todo para el mal de altura, llevar ropa adecuada para el clima cambiante, comida, agua y revisar el estado del vehículo antes de emprender el viaje. Aunque la carretera permanece abierta todo el año, en invierno puede cerrarse temporalmente debido a las extremas condiciones climáticas.

La Ruta Panlong es uno de los destinos más populares para los amantes de los paisajes naturales, la aventura en carretera y la fotografía, siendo parte de los itinerarios más emblemáticos de la región autónoma uigur de Xinjiang. Quienes completan este recorrido se llevan consigo la sensación de haber superado un desafío personal en medio de uno de los paisajes más históricos y representativos de China.