En el Museo de la Guerra de Resistencia del Ejército y el Pueblo de Hubei se exhibe objetos relacionados con la Batalla de Wuhan, que fue la de mayor alcance geográfico, duración temporal, escala de enfrentamientos y número de bajas infligidas al enemigo en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Antifascista Mundial.

El conflicto enfrentaba las capacidades económicas de una potencia industrial y una nación agraria. En 1937, la producción industrial japonesa ascendía a 6 mil millones de dólares estadounidenses, mientras que la de China era de solo 1,36 mil millones. Japón se había apoderado rápidamente de las regiones más desarrolladas del país. La industria fue destruida, las redes comerciales se interrumpieron y el hambre se extendió por doquier.

En 1938, tras la caída sucesiva de Shanghai y Nanjing, Japón amenazaba con “devorar por completo a China en tres meses”. La ubicación geográfica de Wuhan, en el corazón del país, era estratégica. La toma de Wuhan no solo afectaría gravemente a la economía de guerra china, sino que permitiría a los japoneses lanzar ataques hacia otras regiones clave, cortando el suministro de materiales estratégicos al frente.
Por ello, tanto Japón como China consideraban a Wuhan como un campo de batalla decisivo. En ella, China movilizó a más de un millón de soldados. Tras cuatro meses y medio de combates, cientos de batallas grandes y pequeñas, Wuhan cayó finalmente. No obstante, la Batalla de Wuhan marcó un punto de inflexión. A largo plazo, este enfrentamiento agotó los recursos militares de Japón, detuvo el ímpetu de su ofensiva estratégica y dio inicio a una etapa de equilibrio entre ambos bandos, que desembocaría en el fracaso de la invasión japonesa.
Además, durante la retirada de Wuhan, el ejército chino logró evacuar una parte sustancial de su capacidad industrial. Se trasladaron fábricas al interior del país y se construyeron nuevas instalaciones manufactureras. La industria siderúrgica, clave para el esfuerzo bélico, creció con rapidez en el suroeste, al punto de que en algunas zonas incluso se llegó a la sobreproducción.