Los ecuatorianos se preparan para despedir el año con la quema de monigotes a la medianoche del 31 de diciembre, una tradición enraizada en el pueblo desde 1830. 

La quema de los monigotes, también llamados "años viejos", representa el dejar atrás lo malo que ha pasado en el año que termina. 

Esta práctica se realiza en varios países de América Latina, pero en Ecuador está más arraigada. 

Los monigotes son muñecos elaborados con papel periódico o cartón, los cuales se visten con ropa usada y se rellenan de aserrín. Representan a políticos, artistas, futbolistas y súper héroes, entre otros personajes.

Un monigote de "año viejo" alusivo al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, es exhibido para su venta en una avenida en Quito.

Máscaras son exhibidas para su venta en una avenida en Quito.

Monigotes de "año viejo" son exhibidos para su venta en una avenida en Quito.

Un monigote de "año viejo" alusivo al personaje Thanos, es exhibido para su venta en una avenida en Quito.